Posted on septiembre 25, 2023 View all news
«No guiamos a otros hacia la Luz adentrándonos con ellos en la oscuridad».
– Melody Beattie El lenguaje de Letting Go
Cuando nuestra vida se ha visto alterada por el consumo problemático de drogas de un ser querido, puede parecer que no hay forma de avanzar o salir de la situación. Queremos ayudarles, pero al mismo tiempo, tampoco sabemos cómo podemos seguir viviendo con la disfunción que conllevan los problemas de abuso de sustancias, como la negación, la deshonestidad y el drama.
Y lo peor es que podemos llegar a enfadarnos y resentirnos con la persona a la que amamos. Incluso podemos estar resentidos CON NOSOTROS MISMOS por haber aguantado tanto durante tanto tiempo.
Tanto si nuestros seres queridos se recuperan como si no, sigue siendo posible recuperar una medida de paz, estabilidad e incluso alegría en nuestra vida si tenemos en cuenta estas «Siete C».
Nosotros no CAUSAMOS su adicción
En las comunidades de 12 pasos aprendemos que no hay nada que hayamos hecho -o dejado de hacer- que haya causado la adicción de nuestro ser querido. Sentirse culpable es improductivo y puede impedirnos apoyarles de forma más positiva.
Aunque hayamos cometido errores en el pasado, no tenemos la culpa. Ninguna persona puede causar la adicción de otra. De hecho, la ciencia nos dice que las principales causas de la adicción son la genética, las experiencias sociales y los factores psicológicos.
No podemos CURAR su adicción
El Trastorno por Consumo de Sustancias es un implacable enfermedad. No hay nada que podamos hacer para cambiar este hecho. Pero hay buenas noticias.
Aunque no existe cura, la adicción puede controlarse, igual que otras enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes. Está demostrado que los tratamientos y programas basados en pruebas ayudan a las personas a curarse y a maximizar sus posibilidades de recuperar y mantener la recuperación a largo plazo.
No podemos CONTROLAR su adicción
Regatear, extraer promesas o negociar con alguien cuyo cerebro ha sido secuestrado por una enfermedad puede ser todo un reto. Puede que nos encontremos gritando, amenazando o sobornando a la enfermedad en lugar de hablar compasivamente con la persona.
Cuando no dormimos e ignoramos nuestras obligaciones y necesidades, no hacemos nada por mejorarlas. Lo único que conseguimos es aumentar nuestro estrés y luego encontrarnos agotados.
Para marcar la diferencia, tenemos que cuidarnos bien aprendiendo todo lo que podamos sobre cómo responder adecuadamente a la adicción de un ser querido.
Podemos CUIDARNOS
Debemos atender primero nuestras necesidades: nuestra salud mental y física, nuestras finanzas, nuestras obligaciones y las del resto de la familia. La enfermedad puede arrastrarnos si anteponemos constantemente las necesidades de nuestro ser querido a las nuestras.
Esto significa establecer límites sanos y dar prioridad a nuestra salud y a la de nuestra familia. Esto no significa que no queramos a la otra persona o que renunciemos a ella. Sólo significa que comprendemos que no podemos estar ahí para otra persona si primero no estamos ahí para nosotros mismos.
Podemos COMUNICAR nuestros límites
Comunicar nuestros límites con honestidad, claridad y amabilidad a nuestros seres queridos nos protegerá a ambos y les permitirá experimentar las consecuencias lógicas de sus comportamientos. Se llama
Podemos elegir opciones más sanas
Quizá te preguntes: «¿Por qué necesito ayuda si son ellos los que abusan de las drogas?».
No es ningún secreto que enfrentarse a la adicción de otra persona puede afectar gravemente a nuestra salud mental y crear disfunciones en la familia. Los miembros de la familia a menudo luchan contra la depresión, la ansiedad y el TEPT.
Sin embargo, el proceso de recuperación mejora cuando las familias buscan ayuda para sí mismas y no responsabilizan a sus seres queridos de sus emociones. Cuando una familia elige trabajar en su propio programa de recuperación, reconoce antes cualquier comportamiento
Podemos CELEBRARNOS a nosotros mismos
Tenemos valor y valía como personas. NO nos define lo que podemos o no podemos hacer por nuestros seres queridos con problemas de abuso de sustancias. En medio de todo lo que está ocurriendo, dediquemos tiempo a meditar, rezar, expresar gratitud y darnos cuenta de nuestras fortalezas.
Incluso cuando no nos apetece, tenemos que seguir con nuestras aficiones, intereses, vida social y ocasiones especiales en familia. Así evitaremos que la adicción domine NUESTRAS vidas.
¿Por qué es importante todo esto?
Además de lo obvio -nuestra valía y nuestra salud-, cuanto más sanos estemos, mejor podremos atender a nuestros seres queridos, tanto si consumen drogas activamente como si se están recuperando. El cerebro de las familias también importa.
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Cada Cerebro Importa es un recurso educativo de confianza para personas y familias que desean mantenerse a salvo de los daños asociados a la marihuana y a la cultura de las drogas.
Rechazamos la falsa narrativa de que la marihuana industrializada es una expresión inofensiva de libertad personal. Basándonos en las últimas pruebas científicas y en historias personales, nuestra postura es que el THC de la marihuana es una droga peligrosa y adictiva. Como todas las drogas de abuso, puede destruir vidas.
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Escrito por Every Brain Matters Editorial Staff
Aubree Adams, Directora de Cada Cerebro Importa
Bart Bright, asesor familiar y de recuperación de Every Brain Matters
Nancy Yates, asesora familiar y de recuperación de Every Brain Matters
